viernes, 16 de abril de 2010

Un día de emociones

Aqui estoy, y la verdad nunca pensé que me iba a sentar aquí a escribir en esta página dónde solo hace dos segundos estaba en blanco. Pero quiero escribir porque me desahogo, y me quito un gran peso de encima que tengo desde hace un tiempo. Algo hizo que mi vida diese un vuelco y que ahora sea la persona más triste...
Tengo una enfermedad, y la verda no se de qué se trata,¿Ansiedad, pánico, transtornos mentales? La palabra clave es la mente, mi mente. puede controlar cada emoción y cada sensacion en mi cuerpo. Pero lo que yo siento es realmente asustadizo, la sensación de inexistencia o de irealismo, de vivir en sueños en cada momento. Mi mente recuerda pasados malos.
Hoy estubo lloviendo, lloviendo todo el rato, ví como los cristales de una sala dónde yo estaba dentro se empañaban, y el llanto más fuerte caía de la nube más triste del cielo y encharcaban el patio sin parar, podía percibir el olor triste de la humedad, era frío y sin color, como mi vida propia. De mientras, a mi lado una chica de mi edad lloraba, percibía como cada lágrima se le caia y descendía hasta explotar en su papel, donde esa lágrima ya rota en trizas manchaban cada letra que iba escribiendo. Y en ese momento comtemplo sus ojos encharcados y apenados, y el brillo y la tristeza de su mirada, pero no logré percibir lo que intentaba pedir.¿Ignorancia tal vez? Esa chica es la más importante en mi vida, pero cuando quiero decir importante pienso y, es la que más daño me ha hecho, y nunca he sabido el por què. Tal vez por rencor la ignoré y seguí a lo mío con la mirada perdida y a la vez la mente en blanco. miré mis manos, temblaban y mi corazón palpitaba más rápido de lo normal, intente salir de esa sensación, cuando entonces grité pidiendo ayuda, volví a mi pesadilla de siempre, a ese pánico que soy incapaz de controlar, mi cuerpo hacían raros movimientos retardados, la gente me miraba y yo pensé en una palabra muy fuerte, no se debe hablar de esa palabra, pero lo hice. Pensé en la muerte, como pienso cada día, pienso en querer morir, para así quitar todas mis penas y no hacer más sufrir a las personas que me ven cada día y que realmente me quieren pero debe luchar, debo ser más fuerte que mi mente, ella no me puede controlar a mí, sino yo a ella. Debo ganar esa guerra.
Mientras yo estaba en ausencia esa chica leía una carta que hice dos minutos antes de que ocurriera esta catastrofe, la de cada día.
Lloró, tubo un momento de emoción, de sentimientos hacia su amiga, yo. La persona que más me ignora y más me hace sufrir, lloró. Mientras mi madre asomaba de la puerta de esa sala, yo pensaba en cómo una carta, un texto podía emocionar a una persona con tan poco corazón. Pero debo reconocer que tube mi rato de alegria hacia ella, y no por la demostración de sensibilidad hacia mí, sino porque comtemplé como a alguien le hice llorar con un texto, que explica las emociones de mi vida. Ojalá al despejarse las nubes tristes y amargas hicieran que a la vez mi vida también cambiara.

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